Tarjetas Gráficas GTX - Reseña de Nvidia GeForce GTX 1080

Casi tan pequeño como los procesadores Skylake de 14nm de Intel (y las tres generaciones anteriores), Pascal nos trae el nuevo proceso FinFet de 15nm a sus tarjetas gráficas convencionales. Y, con ello, más transistores, un rendimiento más rápido y una mayor eficiencia. Esto permite a los jugadores disfrutar de los juegos AAA a velocidades de fotogramas y resoluciones más altas y proporciona una experiencia de RV mejor que la que era posible con las generaciones anteriores.

Y, aunque le ha sucedido la Nvidia GeForce RTX 2080, la GTX 1080 sigue valiendo la pena.

La Nvidia GeForce GTX 1080 no funciona tan bien como algunas de las GTX 980 que hemos visto en el pasado, pero todavía se mantiene firme a 82 grados C, o 91 si subes el límite de potencia y dejas que la GPU Boost tenga ese headroom térmico extra. No tiene que preocuparse por el sobrecalentamiento.

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Lo interesante de esta tarjeta en particular es el estándar de conexión DisplayPort 1.4. Cuando se trata de juegos de 4K especialmente, la falta de monitores de frecuencia de actualización más alta es un factor limitante enorme. Esto se debe a que DisplayPort 1.2 se limita a bombear 4K a 60 Hz, lo que significa que la suavidad de los paneles de juego de 144 Hz ha sido inalcanzable en pantallas de mayor densidad de píxeles.

Aunque todavía no hay paneles de 4K 120Hz en el mercado, Nvidia afirma que dos 1080 en SLI serán capaces de alcanzar resoluciones de 4K a 144Hz. DisplayPort 1.4 también admite resoluciones de hasta 8K (7680 x 4320) a 60 Hz con HDR, o 4K a 120Hz con HDR.

Además, la Nvidia GeForce GTX 1080 tiene la potencia necesaria para manejar esos puertos. Con 2.560 núcleos CUDA, 160 unidades de textura, 64 ROP, 8 GB de la última VRAM GDDR5X de Micron y un reloj de aumento de velocidad de la GPU que funciona a unos cómodos 1.733 MHz, ¿hay alguna duda de por qué la comunidad de entusiastas de los PC está tan entusiasmada?

Para los menos entendidos con la jerga técnica, la mejor manera de comparar estas tarjetas es simplemente mirando cuántos TFLOPs pueden producir. La GTX 980, maneja un respetable 5.5 TFLOPs, el 980 Ti, 6.5, el Titan 7.

Y la GTX 1080? 9 teraflops.

Sí, en esencia debería ser casi el doble de poderoso que su predecesor, y en casi todos los escenarios, lo es. Al menos en nuestras pruebas. Así que hagámoslo.

El mayor enigma que han tenido los primeros usuarios de 4K Ultra HD ha sido encontrar una solución gráfica adecuada para potenciar esos bonitos píxeles. 8.294.400 puntos de resolución no es un número pequeño. Y para intentar renderizarlo todo a 60 fotogramas por segundo en algunos de los últimos y más grandes títulos AAA se requiere una gran potencia de procesamiento.

En la mayoría de los casos, la mejor solución era optar por configuraciones multitarjeta. No es infrecuente ver a Nvidia GTX 980 Ti's, AMD Fury X's u otras soluciones disparatadas para unir a esta bestia de lujo.

Sin embargo, esta no es la forma final de Pascal. Se trata de la GP104 y no de la GP100 que se encuentra en las tarjetas de servidor Tesla de la serie HBM 2.0 de Nvidia. Piensa en la GP104 como una variante reducida de la arquitectura de la serie Maxwell.

Pero eso no lo hace malo. Hay una tonelada de potencial de overclocking enterrado en la GTX 1080 - la mayor cantidad de Nvidia ha producido nunca. No te preocupes, hablaremos de esto más tarde.

Los fans de AMD se burlarán sin duda de la falta de memoria de HBM en este buque insignia temporal, y aunque eso es cierto, el GDDR5X sigue sin ser nada despreciable. Con un bus de 256 bits, un reloj de 10.000 MHz y un ancho de banda de 320 GB/s, es más que capaz de funcionar bien a 4K y 1440p sin ninguna preocupación.

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