Qué frigorífico o nevera elegir para tu hogar

by Antuan G. Wish en Francais

Combinados, americanos, de una o varias puertas... Existen varios tipos de frigoríficos o neveras en función de las necesidades y deseos del consumidor y no siempre es fácil elegir el modelo adecuado entre una oferta tan diversificada.

Si hay un electrodoméstico indispensable en la cocina, ¡es una nevera! Abusivamente llamado "frigorífico", el 98% de los hogares posee uno según GIFAM. Y según GFK esta vez se venden unos 2,757 millones de aparatos al año.

Hay diferentes tipos de neveras, de todos los precios, desde los 150 euros del nivel básico hasta los 3.000 euros de los aparatos más sofisticados. Los modelos de una sola puerta son los más baratos. Como su nombre indica, están equipados con una sola puerta; a veces hay un pequeño congelador que no supera los 15 litros. El frigorífico combinado es el más vendido en Francia (46% de la cuota de mercado), tiene dos puertas con un compartimento para almacenar alimentos frescos en la parte superior y una sección de congelación en la parte inferior, o viceversa. El frigorífico americano (o side-by-side) consta de dos compartimentos colocados uno al lado del otro, cerrados por puertas abatibles. A veces alberga un dispensador de agua o de cubitos de hielo en la parte delantera (los modelos suelen tener entre 70 cm y 90 cm de ancho). El modelo de varias puertas tiene al menos tres puertas o cajones (a menudo de más de 90 cm de ancho) y a veces también puede estar equipado con un dispensador de cubitos de hielo o de agua fresca. Estos dos últimos modelos son los que ofrecen más espacio.

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También hay tres sistemas de refrigeración diferentes: refrigeración por agitación, refrigeración estática y No Frost. Los aparatos más sofisticados tienen a veces dos circuitos, que utilizan (o no) la misma tecnología de refrigeración.

Antes de comenzar nuestras pruebas, estabilizamos la temperatura en el laboratorio a 23°C. Hemos ajustado el aparato para que alcance 5°C en el compartimento del frigorífico y -18°C en el congelador. Si no existen estos ajustes, se toma la temperatura más baja que se aproxime a la solicitada. Para conocer la temperatura exacta de los compartimentos, colocamos unas 30 cargas con sensores incorporados: creamos estas cargas ensamblando 3 acumuladores de frío que representan un peso total de 1,3 kg por unidad. En total, llenamos el frigorífico con 24 cargas y el congelador con 12 cargas. Las sondas de temperatura recogen datos cada 2 segundos y los envían a un receptor (por infrarrojos), que está conectado a un ordenador.

Hay que tener en cuenta que estamos evaluando el rendimiento del frío para dos niveles de carga: la carga grande simula recorridos semanales y pesa 13 kg para ambos compartimentos. En cuanto a la carga pequeña, que representa un llenado diario, pesa 6,5 kg en la sección del frigorífico y 2,6 kg en la del congelador.

También medimos la estabilidad y la homogeneidad de la temperatura mediante sondas colocadas en cada compartimento, esta vez fuera de los acumuladores de frío. Esto nos permite observar las variaciones de temperatura.

Lo primero que hay que tener en cuenta

Antes de mirar la ficha técnica, un simple vistazo ya permite hacer una primera selección. El tamaño del hogar (y el espacio disponible) determinará, por supuesto, el volumen (en litros) necesario y el tipo de aparato: de una puerta, combinado, americano, de varias puertas... En cualquier caso, el frigorífico debe tener suficientes estantes para almacenar todos los alimentos. Capacidad, diseño, tipo de sistema de refrigeración o de apertura de puertas, clase energética... Todos estos elementos se tienen en cuenta a la hora de elegir algunos modelos antes de afinar la selección.

Diferentes tecnologías de refrigeración

En la actualidad, existen tres tecnologías de refrigeración diferentes.

La refrigeración estática tiende a desaparecer, pero sigue equipando los modelos de gama básica. No hay ningún sistema que haga circular el aire en el compartimento. El aire frío es más pesado que el aire caliente, lo que significa que la uniformidad de la temperatura no está garantizada.

La refrigeración ventilada evita este problema. Sin embargo, esta tecnología no protege contra la humedad que forma una capa de hielo en el congelador.

El frío No Frost es un frío ventilado y está completamente libre de humedad. Los aparatos equipados con él son más caros de comprar, pero tienen muchas ventajas.